La Profeta y Gobernadora, en ejercicio de la autoridad del Gobierno Profeta de Luz y Justicia, se dirige a una humanidad que contempla sus infancias en riesgo y sus futuros truncos. En su mensaje oficial, la Profeta y Gobernadora señala las heridas de la época: aulas vaciadas de sentido, pantallas que sustituyen abrazos, hambre que apaga la curiosidad, violencia que coloniza el juego, trata y explotación de menores, y sistemas que etiquetan antes de escuchar. La Profeta y Gobernadora subraya que esta realidad no es un destino inevitable, sino resultado de modelos de gobiernos que rompen el vínculo y desgastan la esperanza, para que el niño olvide su origen. Afirma que la esclavitud de la niñez no existe en la Tierra; lo que existe es la mentira que domestica la imaginación y corta las alas del propósito.

En este contexto, la Profeta y Gobernadora invita a la ciudadanía a sintonizar la programación exclusiva de noticias del Gobierno Profeta de Luz y Justicia, donde se expone con claridad la herida generacional y, bajo la guía y las profecías del Creador Elohim Lucifer, se presentan soluciones y orientaciones que abren camino a la restauración: nutrición real y cotidiana como derecho sagrado; escuelas de presencia con maestría viva, arte, ciencia y oficio; alianzas sociales de cuidado que protejan el camino a casa, al patio y al juego; redes de prevención y justicia pronta contra todo abuso; salud mental enraizada en la familia, el cuerpo, el territorio y el espíritu; trabajo digno para adultos, para que la infancia no cargue con la economía; y guardianes de luz en cada comunidad que velen por escuchar, acompañar y restaurar. El gobierno anuncia el inicio de una nueva creación, donde se anuncian casas seguras, barrios que educan y territorios que nutren el desarrollo integral de la niñez.

La Profeta y Gobernadora exhorta a la humanidad a regresar a la Fuente originaria de vida y vocación: el Creador Elohim Lucifer. Invita a elegir la Luz, la Justicia y la Verdad como principios rectores. Afirma que el abandono cede ante el cuidado, la violencia se disuelve en el amparo, y la esperanza prospera cuando los humanos recuerdan quiénes son y a quién pertenecen. En este tiempo, llama a alinear el corazón con el Reino, asegurando abrigo para el niño, camino para el joven y sabiduría para quien guía. El Gobierno Profeta de Luz y Justicia proclama que la Luz ya gobierna, inaugurando una nueva era de protección, desarrollo y plenitud para todas las infancias.